Escrito por: Yolanda García Blázquez.
La noticia del cáncer
Cáncer. Muerte anticipada. Dolor. Angustia. Pinchazos. Tubos. Hospitales. Médicos. Radioterapia. Tristeza. Quimioterapia. Fármacos. Malestar. Mutilación. Sobrevivir. Injusticia. Conmoción. Miedo. Estadio IV. Grave. Amenaza. Estrés. Terror. Confusión. Rabia. Lloro. Pánico. Bloqueo. Impotencia. Metástasis. ¿Por qué a mí? ¡¡No puede ser!! ¡¡Seguro que es un error!! ¿Cómo se lo digo a los niños? ¿Qué les digo a mis padres qué ya son mayores? ¿Tan joven y me tienen qué extirpar un pecho? ¿Mi hijo tiene cáncer? ¡¡Es tan pequeño!! Muerte. Llorar. Ira. Negación. Perderé mi cabello. ¿Me dolerá mucho? Tendré náuseas. ¿Por qué? ¿Por qué? No voy a poder con esto. Me miran raro. No saben qué decirme. No tienen qué hacer nada. Sigo siendo yo… Sí, puedes. Esperanza. Confianza. Sí, debes. Tengo miedo. ¿Me voy a morir? Sufrimiento. Sí, hay tratamientos. Sí, eres. Sí, estás. Sí, hay recursos para paliar un diagnóstico tan impactante.
Podría seguir escribiendo una o varias palabras de lo que cada paciente oncológico y no oncológico asocia al cáncer y no tiene que ser un diagnóstico en estadio IV. El cáncer está asociado en el imaginario colectivo en un primer momento a muerte, anticipada o inmediata pero a muerte. No obstante es una de las principales causas de muerte en el mundo por debajo de las cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las infecciones de las vías respiratorias.
En España, con cifras de 2016[1], el grupo de Enfermedades del sistema circulatorio es la primera causa de muerte, seguido por los Tumores y de las Enfermedades del sistema respiratorio.
Con éstas estadísticas, es de extrañar que al recibir éste diagnóstico nuestra mente piense en muerte (miedo), por qué me tiene que pasar a mí (injusticia), qué les va a pasar a mis hijos (impotencia), tiene que ser un error (negación), y ahora qué voy a hacer (bloqueo), me tendrán que operar (ansiedad anticipatoria), no voy a aguantar el tratamiento (terror) y seguiríamos con la sintomatología física con asociaciones como voy a perder el cabello , tendré náuseas, no podré dormir, tendré mucho cansancio, y un largo recital de mensajes para intentar encajar una noticia tan sobrecogedora.
Con el cáncer, en palabras de alguna paciente, no se puede hacer nada, pero sí puedes hacer algo sobre cómo reaccionas, cómo te sientes respecto a él. Hay que llorar, sin miedo, por derecho, nada de fingir que todo va bien. Hay que enfadarse, hay que dejar que la rabia salga. También hay que distraerse y si quieres gritar, grita, pero busca la forma de ocuparte de tu enfermedad. El cáncer tiene estadísticas de curación muy prometedoras, numerosos tratamientos y a nivel psicológico, hay varias herramientas que funcionan para disminuir la ansiedad, el estrés, el pánico al tratamiento, a una posible operación, a los efectos secundarios, en definitiva, al malestar emocional.
Paradójicamente, cuando más necesitamos de nuestros recursos emocionales, más confusos, escondidos y bloqueados están. El apoyo psicológico es fundamental para afrontar éste camino.
Necesitamos información. Pregunta a tu médico y a tu psicólogo. No hay que enredarse en hipótesis y pon en práctica aquello que se adapte mejor a tus necesidades en el momento que te encuentres de la enfermedad. Escucha a tu cuerpo, aprende a interpretar lo que te dice y hazle caso. Conoce tus limitaciones y no pretendas salir a correr si te cuesta levantarte de la cama debido a los efectos secundarios de la medicación.
No pases solo esta enfermedad. Si por tus circunstancias personales, lo estás, busca grupos de apoyo, asociaciones, relaciónate con las personas que te encuentres en el hospital, en las salas de espera, compartir experiencias es vivir.
No descuides tu salud emocional. Además del tratamiento médico, mantener si no la has perdido o recuperar tu salud anímica es muy importante en cualquier proceso tanto oncológico como de otra índole. Ayuda a prevenir recaídas y a mantener el sistema inmunitario lo más fuerte posible. Si al principio no puedes por la agresividad de los tratamientos, buscar ayuda psicológica es siempre una decisión que suma para una completa recuperación.
Muchos pacientes buscan apoyo psicológico desde el diagnóstico y son acompañados por el terapeuta durante todo el proceso pero otros lo hacen más tarde, cuando terminan el tratamiento, cuando ya están “curados”, cuando han “sobrevivido”.
Ante la perspectiva de la próxima revisión en un tiempo que se te antoja lejano, a veces, te acompaña una sensación de soledad, de vacío y te derrumbas. Duermes mal. Estás irascible, irritable. Te has mantenido todo éste tiempo como has podido, como has sabido, con apoyo de tus familiares, amigos, tu oncólogo, y justo ahora que ya estás curado, te vienes abajo. ¿Y eso? Te preguntan a tu alrededor. Pero no sabes ponerle palabras a lo que te pasa. Mucho miedo otra vez, mucha sensación de culpa, emociones revueltas y confusas que te crean mucho malestar emocional. No entiendes qué está pasándote. Pides ayuda profesional psicológica.
El estrés postraumático aparece en la mayoría de los casos y es también un motivo de consulta habitual. La experiencia ha sido devastadora pero con una agenda plagada de citas médicas y lidiando con los efectos secundarios del tratamiento, se han alargado los plazos y sientes una nueva sensación que te agobia, te asfixia y pides ayuda profesional. Te alivia saber qué se puede trabajar con EMDR y que los resultados suelen ser visibles en pocas sesiones. Pregunta siempre, no te quedes con dudas, eres la parte más activa de tu tratamiento.
En consulta trabajas el sentimiento de culpa, el miedo a la recaída, te escuchas en alto, sales de tu discurso interno, comentas cosas que no te habías atrevido a decir, te perdonas, te aceptas y empiezas a estar preparado para lo que pueda venir, incluida la posible y temida recaída.
A pesar del impacto del diagnóstico, no todos los cánceres tienen las mismas tasas de supervivencia ni la salud ni la edad ni las circunstancias son iguales en todas las personas ni todos reaccionan de la misma forma. Es importante comprender el pronóstico y las probabilidades de curación con el fin de elaborar un plan de tratamiento junto con tu médico sin descuidar, nunca, tu salud emocional. El apoyo psicológico te podrá ayudar en este momento de tu vida, te acompañamos en éste proceso.
Anagnor Psicólogos, S.L.P.
Yolanda García Blázquez.
Colegiada M-25031.
Referencias:
[1] Website Instituto Nacional de Estadística. Notas de prensa. Recuperado el 27 de Febrero de 2018. Disponible en: http://www.ine.es/prensa/edcm_2016.pdf
[2] Website Asociación EMDR España. Recuperado el 25 de Febrero de 2018. Disponible en:
http://emdr-es.org/que-es-emdr/
[3] Website Asociación EMDR España. Recuperado el 25 de Febrero de 2018. Disponible en:
http://emdr-es.org/que-es-emdr/
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